lunes, 29 de octubre de 2007

La Tauromaquia o el arte de insultar

Me quedé bastante anonadado cuando, por pura casualidad, me encontré este fragmento de un curioso documento del señor Carlos Molina, titulado El placer de dañar que vió la luz en The kid star magazine en el cual se critica ferozmente la fiesta de los toros. Personalmente no sé quién es más fanático, o el aficionado o el antitaurino, aunque viendo las faltas de respeto y los variados insultos que reciben los primeros por parte de los segundos, parece bastante claro o no?
(Fragmento del artículo anteriormente citado) EL toreo es arte. Es el argumento más usado por los taurinos y el primero que les sale de la boca, al tiempo que es el más confuso. ¿A qué se refieren? A veces lo quieren decir es que el toreo ha sido el tema para obras de arte, en concreto y de forma recurrente citan la "Tauromaquia" de Goya y "El llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías" de Federico García Lorca, o algunas de las novelas de Erriest Hemingway. El contra argumento es sencillo: también se han realizado espléndidas obras sobre las guerras o el martirio de los santos y evidentemente no por ello estas son costumbres que se deben conservar. Otras veces se refieren a que el toreo es un arte en sí. A pesar de la plasticidad que puede tener, el toreo no pasa de ser una colección de técnicas destinadas a la consecución de la muerte del toro, y que no existe en los toreros ninguna intención artística o de expresar ningún sentimiento, limitándose a ser una macabra artesanía. Curiosamente, el innovador Carlos IV prohibió las corridas mientras que Fernando VII, quien cerró las universidades y prohibió la Constitución liberal, las volvió a permitir y bajo su reinado se abrió la primera escuela de tauromaquia en Sevilla. En 1980, la UNESCO, agencia de la ONU encargada de la ciencia, el arte y la cultura, dictaminó al respecto: "La tauromaquia es el terrible y vanal arte de torturar y matar animales en público, según unas reglas. Traumatiza a los niños y los adultos sensibles. Agrava el estado de los neurópatas atraídos por estos espectáculos. Desnaturaliza la relación entre el hombre y el animal. En ello, constituye un desafío mayor a la moral, la educación la ciencia y la cultura. "La cultura es todo aquello que contribuye a volver al ser humano más sensible, más inteligente y más civilizado. La crueldad que humilla y destruye por el dolor jamás se podrá considerar cultura".
Precisamente por ello, los toreros y sus cuadrillas suelen provenir de las capas más desfavorecidas de la población, donde la incultura es mayoritaria. La cultura de la crueldad, como la cultura del dinero no tienen nada que ver con La Cultura. Es más fructífero enfocar el tema de forma que, admitiendo sin conceder que las corridas sean un arte, esa no es razón suficiente para conservarlo a costa, en este caso, del sufrimiento del toro.

Mi opinión. Hombre, visto así, claro que el argumento es confuso, si se plantea de un modo tan a la ligera. Claro que el arte tiene la capacidad de representar tan diversas acciones reprobables del ser humano, y podemos estar orgullosos de ello. Sánchez Mejías, el torero intelectual, amigo íntimo de los integrantes de la generación del 27, dijon que "cuando hayamos acabado con todos los sufrimientos, las guerras, las injusticias que sufre el ser humano, podremos ocuparnos de abolir la fiesta de los toros".Esto lo dijo un gran torero, no yo. En cuanto el texto de la agencia de la ONU, yo creo que un niño o un adulto sensible se traumatizará más al ver por televisión un niño irakí llorando junto a los cadaveres de los familiares muertos o familias enteras sufriendo desnutrición en cualquier parte del mundo. No seamos demagogos y no nos ocultemos ante los problemas realmente importantes. ARTE DE INSULTAR: Los toreros suelen provenir de las capas más desfavorecidas de la población, donde la incultura es mayor. Gracias señor Molina, por llamar incultos a gente con escasos recursos económicos, quizá ahí esté el quid de los problemas citados anteriormente, los desfavorecidos no importan.
El toreo es cultura
Es un sub-argumento del anterior, que se completa con la declaración de que el toreo es tradición. Si se acepta que cultura es "el resultado o efecto de cultivar los conocimientos humanos y afinarse por medio del ejercicio de las facultades intelectuales del hombre," no queda mucho en pie del sub-argumento. Aun así por una extraña magia las corridas se convierten en cultura, no son razones para defender la crueldad con los animales. Culturalmente, en la antigua Roma, se mataban a los cristianos, pero eso se superó. También era tradición y parte de la cultura taurina que los caballos de los picadores salieran sin peto, y esa tradición o cultura ha desaparecido por salvaje. Si realmente el toreo fuera cultura, generaría a su alrededor un ambiente cultural, de la misma forma en que el arte, la ciencia, la historía y otras disciplinas que desarrollan y afinan el espíritu de quienes las practican, lo hacen. Esto en el caso de los toreros no se da, no hay una ilustración especial en ellos por el hecho de dedicarse a esta supuesta actividad cultural. En Andalucía, la llamada cuna del toreo, desconocen que Blas Infante, el "padre de la patria Andaluza" como gustan llamarlo, era un acérrimoantitauríno y autor de un decálogo en favor de los animales.
Mi opinión: Claro que el toreo es cultura, como lo son en diversos países las peleas de gallos y ahí nadie se molesta. La caza es cultura y a muchos antitaurinos les encanta. La pesca es otro ejemplo, pero parece que únicamente sufren los toros, pero no los gallos, ni los conejos, ni las liebres, ni el jabalí ni la merluza. Ha habido muchos tipos de cultura y la que caracteriza a los españoles es el toreo, guste o no guste. Y punto. (Tamibién es una salvajada intentar agredir a aficionados cuando estos se disponen a entrar a la plaza, o es que el ser humano tampoco sufre?)
El toreo es tradición
Las corridas tienen su verdadero origen en las prácticas militares de las maestranzas en las que se adietraban a los soldados para la guerra haciéndoles practicar la lanza con el toro. Para paliar el peligro que corrían jinetes y caballos se contrataron mozos equipados con trapos cuyo cometido era distraer al toro.
La llegada de Felipe V contrario a las prácticas taurinas, alejó a los nobles del alanzamiento de toros pero los mozos siguieron mostrando sus habilidades en algunos pueblos a cambio de dinero. De hecho, hasta fluales del siglo XVIII las corridas no gozaron de popularidad. La primera plaza de toros no fue construida hasta 1749, época en la que la Inquisición se muestra más poderosa y multiplica los autos de fe. En esos tiempos, las torturas y ejecuciones, tanto de seres humanos como de animales, estaban a la orden del día. Aun así, lo que interesaba era la muerte del toro y la faena era muy corta. La tortura sistemática habría de instaurarse en tiempos supuestamente menos oscuros.
Cuando se dice que el toreo es tradición es porque se carece de una perspectiva histórica: el toreo de a pie tal como lo conocemos tiene relativamente pocos años y además esta cambiando continuamente. El defender lo tradicional por el simple hecho de serlo significa que se renuncia al derecho a la crítica y al progreso, descansando nuestra responsabilidad en generaciones anteriores. Curiosa también es la selectividad de lo que consideramos como tradición. Criar los animales en libertad con alimentos naturales, el cultivo del barbecho en lugar del abono indiscriminado, la fabricación artesanal, el uso indiscriminado de pesticidas y la tala inmoderada, son conductas tradicionales que se van abandonando, en aras al progreso material.Estar sometidos al dictado de la tradición o de la cultura inmovíliza a una sociedad.

Mi opinión: El toreo tiene antecedentes en la Edad de Bronce, como iniciación en la vida adulta, más tarde, en la época medieval, sabemos que Carlomagno y Alfonso X el Sabio eran aficionados al lanceo de toros, incluso tenemos constancia de que El Cid era un buen aficionado a la fiesta de los toros, como muestra una crónica de la época (año 1124) "... en que casó Alfonso VII en Saldaña con doña Berenguela la chica, hija del conde de Barcelona, entre otras funciones, hubo también fiesta de toros". Hombre, claro que la fiesta cambia continuamente, el fútbol no es el mismo hoy que el de hace 50 años, claro está, todo tiene su evolución.
El toreo es la expresión de la religiosidad de un pueblo
Al coincidir las ferias taurinas con las fiestas católicas se ha establecido una curiosa relación entre ellas. inexplicablemente, la Iglesia Católica apenas ha puesto impedimentos a esta relación que va en contra del espíritu de piedad, respeto a la vida y compasión que anima a la religión. Así y a pesar de la doctrina general de la iglesia, y del reconocimiento del alma animal, los párrocos aceptan capotes bordados como ofrenda a la Virgen y permiten que las corridas sean en homenaje a los santos locales. Sería necesario que los estamentos religiosos clarificaran la postura oficial y la hicieran cumplir.
Dato curioso:
El Papa San Pío V solicitó a un grupo de españoles ilustres informes de primera mano sobre las corridas, y sobre su base promulgó el 1 de noviembre de 1567 la bula "De salutis gregis dominici" en la que "deseando que estos espectáculos tan torpes (vergonzosos) y cruentos, más de demonios que de hombres, queden abolidos en los pueblos cristianos"; dictaba pena de excomunión a los emperadores, reyes y cardenales que los consintieran, a los clérigos que asistieran a ellos, y se negaba la sepultura cristiana a los toreros muertos en el transcurso de alguna lidia. En 1920 el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Gasparri, escribió que "la Iglesia continúa condenando en alta voz, como lo hizo la Santidad de Pío V, estos sangrientos y vergonzosos espectáculos".
Monseñor Mario Canciani, consul de la Congregación para el Clero de la Santa Sede, decía que todo aquel que muriese en una corrida de toros está condenado al fuego eterno. "Hoy, muchos laicos que luchan denodadamente contra la corrida se preguntan qué ha hecho la Iglesia contra esta ignominia".
Igualmente, según la investigación histórica de Monseñor Cancianí, todos los que frecuenten estas fiestas como actores o espectadores, están excomulgados. (Diario 16, 5 dejunio de 1989).
Juan Pablo II, haciendo un estudio de la Biblia, recuerda que "el hombre, salido de las manos de Dios, resulta solidario con todos los otros seres vivientes, como aparece en los Salmos 103 y 104, donde no se hace distinción entre los hombres y los animales." La conclusión del Papa es que la "existencia de las críaturas depende de la acción del soplo-espíritu de Dios, que no sólo crea, sino que también conserva y renueva continuamente la faz de la Tierra."

Mi opinión: ¡Ah, la Iglesia!Aquellos hombres que juzgaron a Miguel Servet e incluso le quemaron en la hoguera por decir que la sangre circulaba, los que a punto estuvieron de hacer lo mismo con el gran Galileo únicamente por discrepar de la doctrina copernicana (luego se demostró lo que se demostró), los que nada hicieron por acabar con el nazismo, los que se auparon en regímenes dictatoriales y nunca se han arrepentido, los que condenaban a los que no pensaban como ellos, los que ajusticiaron a miles y miles de personas a través de los siglos, los que apoyaban (de forma indirecta, claro) eso de los ricos sean más ricos y los pobres, más pobres, los que señalaban el comunismo y el socialismo como armas de Satán, los que condenan los anticonceptivos, el aborto, la homosexualidad... Toda una fuente de sabiduría y tolerancia la Iglesia, siempre con honrosas y valientes excepciones, por lo demás, creo que todos nos conocemos.
Un saludo. Antonio Areté.

4 comentarios:

Antonio Areté dijo...

Buenas bloggeros:
Este post va dedicado a aquellos que se identifican con la fiesta de los toros y que la siente como suya. No he pretendido denigrar a nadie con mis diversas opiniones, quiero hacer de este blog un sitio plural, pero ante todo agradecer a Juan su recomendación en su blog y decirle que este post no habría sido posible sin sus ánimos a realizar un comentario acerca de la tauromaquia y su defensa. Un saludo a todos y espero vuestros comentarios con impaciencia.
ANTONIO

JUAN dijo...

Muchas gracias por este post Antonio. Enriquece con su lectura y muestra tras él a un buen aficionado y defensor de la fiesta.

Tiene gracia lo de la iglesia, sobre todo con eso de las ofrendas de los capotes bordados y de los festejos en homenaje a los santos, y lo de las condenas de "estos sangrientos y vergonzosos espectaculos"... sobre todo cuando gracias a muchos festivales taurinos, en los que los toreros actuan de manera desinteresada, se han restaurado templos e imágenes, se ha colaborado en campañas de caridad y, sobre todo, se ha ayudado a muchas personas en estado de pobreza o enfermedad. Por eso, además de ARTE, CULTURA Y TRADICIÓN, el toreo es y será siempre EJEMPLO DE SOLIDARIDAD.

Lo dicho Antonio. Gracias y que no decaiga esa afición.

BLQ dijo...

sinceramente, si matar un animal por diversión es cultura...

lo siento, pero no comparto vuestra opinión y, pidiendo respeto como pedís, no entiendo como lo hacéis cuando no respetáis la vida de otro ser vivo

Anónimo dijo...

Putos chiflados de mierda. Que te metan una banderilla de esas por el culo, capullo