miércoles, 17 de septiembre de 2008

Diario de un presidiario social

Aquella mañana me levanté tarde. Y a tientas. El sabor del whisky que añoche ingerí en copiosas cantidades hasta que el alba comenzó a rayar el cielo aún rondaba por mi boca. Sentía aún, también, el efecto de diversas sustancias ingeridas cuando la razón humana, atolondrada y rendida por vasos y más vasos de alcohol, las acepta, resignada y rendida. Tal vez anoche me sobrepasé del límite marcado por mi cuerpo y éste, bien avanzada la mañana, con mal aliento, ojos somnolientos (solo había dormido unas horas), la cama deshecha en mil pedazos y el corazón en millones por las locuras cometidas anoche, me lo devolvía al encontrarme en ese estado donde uno no sabe si está o simplemente está pero no está.
Me levanté a tientas, con la persiana bajada hasta el tope y con mi cuerpo sudoroso busqué inutilmente el baño casi a gatas. Un poco de sentido recobró mi existencia cuando el agua clara y cristalina resbaló por mi rostro y por mi cuello. Entonces todo fue más claro y comencé a recordar aquella noche de locura sexual desenfadada con unas amigas que regentaban una casa okupa cercana, sumando a todo ésto una noche más de flirteos con las drogas que de un modo u otro me ayudaban a escapar de ésta realidad que me tenía bien jodido. Tampoco me engañaba y sé que estas sustancias sólo me ofrecían una cortina de humo por el espacio de unas horas.
La primera refelxión acerca de la noche pasada me trajo una áspera bocanada de tristeza, decepción y melancolía, ya que había caído en esta trampa multitud de veces, pero últimamente la cosa era más preocupante, ya que las visitas al piso de las okupas se habían incrementado considerablemente en las últimas semanas buscando esa cortina de humo que, debido a su uso incontrolado, de poco servía. Por primera vez en mi vida admití para mis adentros que ésto me estaba llevando a mi autodestrucción y que yo la estaba provocando a pasos agigantados. Pero todo me daba igual. Me habían expulsado del instituto donde estudiaba, no tenía trabajo y los carcas empresarios que me habían entrevistado en un intento infructuoso de ganar un mísero sueldo me habían rechazado casi al cruzar el marco de la hanitación de sus emperifollados despachos. Mis padres me habían etiquetado como un caso perdido y habían dado carpetazo a sus intentos de reinsertarme en una vida social normal. Mis amigos estaban enredados a la cocaína. Mi antigua novia me dejó porque, aunque me amaba más que a nada en el mundo, no podía soportar una más de mis borracheras de fin de semana. Todo ésto lo perdí en lo que duro un parpadeo y mi error fue parpadear y vivir a exentas de la realidad. Me llamo Rober y ésta que te voy a contar es mi historia, pero también podría ser la historia de cualquiera.

Una pequeña curiosidad

Aquí os dejo una pequeña cita del gran Woody Allen, del que me considero gran aficionado, tanto de sus películas como de sus libros. Ya me comentaréis que os parece. Un saludo de vuestro amigo. ANTONIO.

"Un aspecto de interés: según los astrónomos modernos, el espacio es finito. Parece una
noción reconfortante, en particular para aquellas personas que nunca se acuerdan de
donde han puesto las cosas. "

" Perfiles " . Woody Allen .

martes, 16 de septiembre de 2008

Yo apoyo a Obama

Después de ver como a actuado la administración del todavía presidente de los Estados Unidos de América, George W. Bush, a lo largo de sus dos mandatos, a mí personalmente no me cabe la menor duda de que su sucesor en el poder republicano estadounidense, señor McCain y su ultraconservadora secuaz Sarah Palin son figuras políticas calcadas tanto moral como políticamente, aunque, siendo algo más objetivo, seguramente McCain sea un poco menos reacio a las "reformas" si llega a gobernar alguna vez el país de la comida rápida, los rodeos y los rascacielos.
El verdadero peligro viste de mujer y llega desde las gélidas tierras de Alaska: Sarah Palin. Si los estadounidenses en verdad buscan el cambio, que traería consigo una limpieza de rostro de EE.UU respecto a las demás naciones del mundo, sería irónico que saliese una mujer que se opone al aborto, al matrimonio homosexual, que es socia destacada de ese nido de carcas fundamentalistas que es la Asociación del Rifle, que apoyó la invasión de Irak y la calificó de "misión divina". Con estos delicados y "progresistas" ideales, la señora Palin, más que una gobernadora republicana del estado de Alaska en pleno siglo XXI parece una madre priora de algín oscuro monasterio normando del s.XII, época en que las guerras que llevaban la etiqueta de "misión divina" estaban a pie de calle y se denominaban cruzadas y así han pasado a la historia, esperemos. También espero, o esperamos, que estos políticos dignos del Paleolítico se extingan pronto, por el bien de un mundo más respetuoso y lo que es más importante, más justo.

ANTONIO ARETÉ.