martes, 16 de septiembre de 2008

Yo apoyo a Obama

Después de ver como a actuado la administración del todavía presidente de los Estados Unidos de América, George W. Bush, a lo largo de sus dos mandatos, a mí personalmente no me cabe la menor duda de que su sucesor en el poder republicano estadounidense, señor McCain y su ultraconservadora secuaz Sarah Palin son figuras políticas calcadas tanto moral como políticamente, aunque, siendo algo más objetivo, seguramente McCain sea un poco menos reacio a las "reformas" si llega a gobernar alguna vez el país de la comida rápida, los rodeos y los rascacielos.
El verdadero peligro viste de mujer y llega desde las gélidas tierras de Alaska: Sarah Palin. Si los estadounidenses en verdad buscan el cambio, que traería consigo una limpieza de rostro de EE.UU respecto a las demás naciones del mundo, sería irónico que saliese una mujer que se opone al aborto, al matrimonio homosexual, que es socia destacada de ese nido de carcas fundamentalistas que es la Asociación del Rifle, que apoyó la invasión de Irak y la calificó de "misión divina". Con estos delicados y "progresistas" ideales, la señora Palin, más que una gobernadora republicana del estado de Alaska en pleno siglo XXI parece una madre priora de algín oscuro monasterio normando del s.XII, época en que las guerras que llevaban la etiqueta de "misión divina" estaban a pie de calle y se denominaban cruzadas y así han pasado a la historia, esperemos. También espero, o esperamos, que estos políticos dignos del Paleolítico se extingan pronto, por el bien de un mundo más respetuoso y lo que es más importante, más justo.

ANTONIO ARETÉ.

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